¿CÓMO SE PUEDE ABRIR UNA PUERTA SI HAY UNA LLAVE DENTRO?

Sabemos que un problema con tu cerradura no es cosa de broma, y puede arruinarte el día completamente, y si además te ocurre en el momento más inoportuno económicamente hablando, más todavía, y ya conocemos todos la Ley de Murphy, ninguno de nosotros estamos a salvo de ella, por ello vamos a contarte como se puede abrir una puerta si hay una llave dentro de la cerradura. ¡Por intentarlo que no quede!

Comprobar si tu cerradura tiene función de emergencia o cilindros friccionados. Si es así, estás salvado. Este tipo de cerraduras cuentan con un sistema de emergencia para estas ocasiones, es decir, el cilindro tiene espacio suficiente para que la cerradura funcione con dos llaves metidas a la vez, una por un lado de la cerradura, y otra por el otro, por lo que no tendrías ningún problema en abrir aunque la llave esté puesta por dentro. Si no nos hemos ocupado nosotros de elegir las cerraduras de casa, es muy probable que no sepamos si nuestra cerradura cuenta o no con este sistema de emergencia, por lo que solo tienes que probar y salir de dudas.

Si no has tenido suerte, vamos a probar con alguna de las opciones para abrir una puerta con la llave dentro. Si la llave no estuviese echada, es decir, que no tuviese ninguna vuelta dada, solamente puesta en la cerradura y recta, lo que vamos a intentar es empujarla desde el otro lado de la cerradura. Para ello hazte con algo fino y consistente que entre perfectamente por la rendija de la llave, como un alambre por ejemplo. Introdúcelo por el agujero e intenta tocar la llave desde ahí y empujarla, ni siquiera hará falta que saques la llave del todo, con que la muevas unos milímetros tendrás juego suficiente para abrir desde fuera.

Si la llave estuviese echada, en este caso se complica la cosa, pero nada es imposible, así que vamos a intentarlo. Lo que te propongo es que intentes abrirla con el método de la tarjeta de crédito, sí, ya lo sé, suena a película e imposible de conseguir, pero no es así, es cierto que se necesita algo de práctica, y también que la cerradura no sea de seguridad, pero funcionar, funciona, con paciencia y varios intentos. Lo primero es recomendar que no se utilice una tarjeta de crédito, aunque todos llamemos así a este método, ya que ten por seguro que la vas a dañar y quedará totalmente inservible. Seguro que tienes en tu cartera alguna tarjeta que no utilices mucho o que te de igual romperla, alguna de alguna de tus tiendas favoritas o de socio de algún sitio, ya te harán una nueva después, por eso no hay problema. Si no cuentas con ninguna tarjeta en ese momento, puedes fabricártela tú mismo, en realidad lo único que necesitas es un plástico muy plano, que sea resistente pero con algo de flexibilidad. Puedes hacértela con una botella de plástico de refresco, por ejemplo, solo tienes que acercarte a la tienda más cercana, que seguro que tienes una, estés donde estés, y comprar una botella de las de litro. Ahora lo que necesitas es algo que corte, un cúter, unas tijeras,…pídeselas a la de la tienda si es necesario (también es bueno contar con la ayuda de los vecinos, que para algo están). Córtale a la botella tanto la parte de la boquilla, como la parte del culo, y a continuación corta el plástico por la mitad para conseguir que sea una tira larga, e intenta moldearla un poco para que no esté tan curva, ya que, por inercia, el plástico tenderá a volver a su forma original de botella. Una vez que tenemos el plástico que necesitábamos, vamos a pasar a la acción. Introduce el plástico por la rendija que queda entre el marco de la puerta y la puerta propiamente dicha, justo por encima del resbalón de la cerradura, la pieza que hace que la puerta se mantenga cerrada. Lo que tenemos que conseguir es interponer el plástico entre el resbalón, o pestillo, y el agujero del marco de la puerta en el que encaja, para así poder abrir nuestra puerta. Inserta el plástico poco a poco, de forma que quede un poco inclinado, perpendicular a la puerta, y ve bajándolo hacia el resbalón, si vamos moviendo un poco la puerta adelante y atrás, ayudándonos para ello de la manilla o pomo, conseguiremos que la puerta vibre y nos ayude a introducir el plástico por el resbalón, en teoría, en una de estas, la puerta se abrirá. Es cuestión de probar, e intentarlo una y otra vez. Si hay mucha gente que lo consigue ¿Por qué nosotros no?, es cuestión de insistir.

Siempre te queda la opción de llamar a un cerrajero, tendrás que pagar los servicios, eso seguro, pero siempre será más cómodo, rápido, y sin daño de ningún tipo en tu cerradura o puerta.